Mañana pondremos más fotos y actualizaremos esta entrada.
Etapa rompe-piernas, tres puertos de hasta 1400 m...
Pedalear en solitario es ya una constante en esta marcha, la capacidad de cada uno marca su propio ritmo, con la experiencia aprendida en esta marcha se ha tomado como la mejor opción.
Los compañeros que viajan en las furgonetas debido a sus lesiones no dejan de realizar signos para animar a los compañeros en los peores tramos del recorrido.
Las caras de sufrimiento muestran la realidad que se está viviendo...
El calor no se puede apreciar en las imágenes pero es un molesto compañero que nos acompaña cada jornada.
Los compañeros de las furgonetas, no sólo nos preparan el desayuno en el punto acordado, además nos animan y dan apoyo y empujón en las crestas de los puertos.
Aquí el niño durmiente, la fatiga vence a cualquiera.
Compañera que nos acompañó un tramo, viniendo expresamente desde Barcelona para acompañarnos
un par de etapas